sábado, 23 de julio de 2016

Día Ocho: Calma chicha

15h, comiendo:
He perdido un guante. El izquierdo, como no podía ser de otra manera. Se me ha debido de caer en el Monasterio de Piedra, donde he parado de pedalear por hoy, tras 65 interminables kilómetros siguiendo una ruta de senderismo desde Molina de Aragón. Estoy cerca, a unos 4km, pero cuesta arriba. Y tampoco se dónde se me ha caído exactamente, porque he estado pateando por ahí... Foh... ¡Qué rabia!

Hoy estoy de relax, que los excesos, si no los controlas, se pagan tarde o temprano. Así que me quedo en el Camping Lago Resort de Nuévalos. Ya solo el nombre promete...  Pero me voy para allá con los cuernos torcidos porque me falta un guante. El izquierdo, como no podía ser de otra manera.
----------------------------------------
16h, a descansar (tras buscar y no encontrar el guante):
Bueno, pues mañana, con la mano izquierda al aire. Ya encontraré alguna tienda, el lunes, donde poder comprar unos nuevos.
----------------------------------------

Mañana retomo el camino. Había pensado descansar un par de días aquí, pero creo que con la tarde de siesta, piscina y terracita que llevo, mañana estaré como nuevo. O semi.
Ya son 750km aproximadamente encima. El dolor post fútbol sala (La leyenda de las costillas rotas, tan conocida en algunos círculos) ya se fue. Ahora me duele la mano derecha (¡la que tiene guante!).  No será nada grave, irá mal graduado el puño de Sarah. Hoy lo miro.
Pues sí, ya estoy a mitad de camino, y de salvoconducto. Mañana inauguramos la segunda parte, en Munébrega, Calatayud y Ateca. Todo zona de Zaragoza, Aragón en su máximo exponente. Gran referencia a los Doble V. Ésto va para los entendidos. Llámese Isaac. Que se que me lees y me alegras los ratos. Gracias, Co.

Lo de sellar ha cobrado más importancia en estos últimos días, pero creo que a partir de mañana será mucho más fácil. Por estas zonas hay mucho vacío, como os comenté ayer. Mucho pueblo fantasma en el que encuentras una fuente y ala, a volar. Pero hay que reconocer que la zona es digna de mención. Hablando de sellos, esta mañana conseguí el de Castilnuevo, en una casa rural en la que no había nadie, pero la puerta estaba abierta...
Después de esperar un rato, he decidido meter la mano debajo del mostrador de recepción y sellarme yo mismo. Me ha dado tanto apuro que he dejado una nota pidiendo disculpas por la intromisión. Pero, eso sí, me he llevado tres caramelos. Dos de fresa y uno de limón. Así soy yo. Viviendo al límite.

No se qué me espera a partir de mañana, la verdad. Cuando planeaba esto en casa, al llegar a la cuarta parte (Tierras de Frontera, se llama), siempre me lo dejaba, y me repetía que "ya tendrás tiempo durante el viaje, hombre".  Pues... ¡Ya están aquí las tierras de frontera! Voy realmente bien.
Tenía la peregrina idea, mira tú qué bien traído, de, una vez terminado el Camino del Cid, arrancar con el Camino Francés desde Burgos. Pero, (ya me he decidido definitivamente, te lo prometo, mamá) no lo voy a hacer, por varios motivos.
El primero, evidentemente, es el cansancio acumulado. Si voy por la mitad, y llevo 750km, es tan fácil como hacer cuentas, y nunca he hecho más de 1180km.
El segundo, es que no quiero mezclar una historia con otra. Este camino, esta aventura, merece un rincón exclusivo.

No se qué demonios ha pasado mientras estaba escribiendo, pero de repente estoy rodeado de todos los invitados de un bautizo, fotógrafo y sacerdote incluidos, por lo que escucho. Los padres de la criatura, y la criatura en sí, han ido a sentarse justo al lado de Sarah. Y todo el mundo va a darles dos besos. Y todo el mundo se roza con la rueda de Sarah. Y todo el mundo se limpia la ropa y maldice. Por ahora va ganando un señor y su "me cago en San Judas Tadeo". 

Voy a dejarlo aqui y a levantar la vista, no vaya a montarse algún sarao más a mi alrededor y yo no me entere...

Mañana más, chicos.
¡¡¡Chaito!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario