jueves, 28 de julio de 2016

La última

A 70km de terminar, paro en Santo Domingo de Silos a coger fuerzas para mañana. Y ya termino el blog.
Han sido 13 días (14 contando mañana) muy entretenidos y me ha encantado compartirlo contigo. Detrás de ésto no hay mayor motivo que el de poder vivir de una manera más completa esta experiencia.
Mañana es el día de llegada, la emoción de ver el final y el volver a la realidad, pero estoy muy contento, tanto por el esfuerzo, como por el contarlo y que lo hayas leído.
Si cada entrada, si cada día, ha servido para arrancarte una sonrisa y hacerte vivir lo que yo he vivido, me doy por satisfecho.
Gracias por leer, por compartir y por apoyar. Esto no funciona si no es un camino de dos vías.
Hasta pronto,
Jose Angel

miércoles, 27 de julio de 2016

Anexo VII: OMG, UNOS TÍOS CON ALFORJAS

- ¡Ueeeehh!
- ¡Oueeeehh! (ver explicación en anexo cuatro).

- ¿Qué tal? ¿Vais haciendo el Camino del Cid?
- Sí, tú también, ¿no?
- ¡Sip!
- No te hemos visto pasar esta mañana...
- Es que yo vengo en sentido contrario. Salí de Orihuela.
- Ah...  Nosotros es que solo vamos a Medinaceli.
- Eso está aquí al lado ya. Lo tenéis hecho. Yo es que llevo ya mil kilómetros.
- Ajá...
- En doce días.
- Ya, ya...
- Ahora os viene un puerto bonito.
- Sí...
- Pero claro, de bajada. Yo es que me lo acabo de subir. Cuatro kilómetros. Sin parar.
- Ya (¬¬)
- De subida. Sin parar.
- Que sí.
- Cuatro kilómetros. Con una pendiente media del 7%.
-........
- Bueno, pues...  Voy a seguir un poco...
- Sí, nosotros también...
- ¡Buen camino!
-.......

Ya es oficial. Soy uno de ellos.
Ay, Jose...

Día Doce: Extraordinaria Rutina

Parada y fonda en El Burgo de Osma, tras noventa y pocos kms que me llevan a rozar los 1100 en doce días.
Hoy he llegado tan pronto que hasta he comido y ya llevo dos cafés, esperando a que abran un hostal en el que probablemente me quede. Aquí todo se detiene entre las dos y las cinco de la tarde. Cuando en estas tierras, por huir del calor, la gente se pone en marcha, yo estoy frito como un niño pequeño.
Más naturaleza salvaje hoy, entre puertos, que alguno me quedaba, y alguno me queda (Covarrubias = temblor de piernas) y caminos, a veces asfaltados, a veces no. Voy rápido porque hago las paradas más cortas, pero me pongo fino. Aquí son más de "el almuerzo de las 10" que de desayunar café y tostada. No es raro encontrarse un bar lleno de gente con sus "jarritas" y su plataco de huevos fritos con chorizo. Eso sí que es combustible y no los geles del Decathlon, doy fe.
Tan cerca del final, porque estoy realmente cerca del final, se masca Cid por todos los rincones. Placas, calles, locales... Todo va haciendo cada vez más referencia a Don Rodrigo. Estoy deseando llegar a Mecerreyes y hacerme una foto con una estatua imponente que hay allí. Bueno, estoy deseando llegar a Burgos... ¡Bueno, a Vivar del Cid!, que es donde termina esta historia, o donde empieza, y que está a trece puñeteros km de Burgos. Trece de ida, y trece de vuelta, lógicamente. Que todo suma.

Por fin he encontrado una tienda de deportes, aquí, en El Burgo de Osma. En cuanto me duche me acerco a ver si tienen guantes y gafas de ciclismo. Los guantes quizás no sean tan imprescindibles (aunque del sudor se me resbala la mano izquierda del manillar. Uno, que coge posturas extrañas), pero las gafas sí que me hacen falta. Tengo la sensación (no es exagerado el niño, ni que fuera de Almería) de tener las pestañas quemadas. Y además, estoy harto de sacarme bichos de los ojos.
Hablando de bichos, cuando termino la jornada parezco el parabrisas de un coche. Entre el sudor (otra vez, es que sudo mucho) y la protección solar voy pegajoso como un chicle, así que... Imagina. No mola nada.
La guía dice que hoy pasaba por una de las zonas más despobladas de todo el viaje, pero yo he hablado hasta con las piedras.
Unas señoras me han enseñado a beber de una fuente que tenía su intríngulis. Una especie de mecanismo de madera y agujeros... Un historión...
Un viejecillo super entrañable me ha estado dando ánimos para encarar un puerto de 4km precioso de hacer.
Un fotógrafo me ha estado contando sus días por estos lugares y cómo está disfrutando de las puestas de sol.
Unos ciclistas...no, eso mejor en otra entrada...
Abren el hostal. Al ataque. Luego más.
:*

Siete de la tarde. He estado viendo esta ciudad, porque comparado con sitios anteriores, esto es una señora ciudad. La catedral es una maravilla. Esta zona tiene una historia muy grande detrás, aunque da la sensación de estar un poco olvidado todo, aunque es normal en esta época. Todos tiramos hacia la costa.
En media hora recojo la ropa limpia, he comprado unos guantes y unas gafas, y ya estoy listo para ver los mapas de mañana. Me falta el astrolabio y el compás.
Hay un puñetero niño dando por c... con una pelota de fútbol mientras el padre le ríe la gracia. Como me tire la cerveza le meto dos galletas. Al padre.
El niño no tiene la culpa. Por lo menos éste no está buscando pokemons.
¬¬

martes, 26 de julio de 2016

Día Once: A por "El Destierro"

Me acabo de despertar de una siesta de las que hacen época. Llevo dos días de auténtico ciclismo y me hacía falta descansar. Duermo bien por las noches, pero el plus de llegar con tiempo para echar una cabezadita... Uff, qué bien.
Si ayer me sentía un auténtico caballero medieval, hoy ya ni te cuento. Atienza, con su imponente castillo en lo alto y sus 500 habitantes aproximadamente es lo más parecido a vivir un episodio de Juego de Tronos.

La verdad es que hoy, salvo que se me han roto las gafas de ciclista (me he quedado con una patilla en la mano, no me preguntes qué ha pasado porque no lo entiendo) no ha pasado nada destacable. He pasado varios pueblos con sus fuentes, sus lavaderos y sus viejecillos sentados al abrigo de una sombra, de esos que te miran como las vacas ven pasar un tren,  con cara de pasmo y alguna que otra expresión, tipo "A dónde irá éste"  o "Madre mía, los ciclistas están locos".
Pero yo no soy ciclista, así que no me doy por aludido.
La jornada, en cuanto a naturaleza pura y dura, ha sido espectacular. He visto un montón de ciervos (o gamos, no se seguro qué eran...  ¡Pero vamos, que perros no eran!) saltando entre los campos de trigo.  Águilas, conejos, buitres, algún que otro tractor,...  Sin soltar el curso de los ríos Dulce y Henares, subiendo todo el rato. Una zona preciosa, muy abandonada, pero preciosa.

Y ya estoy a 300km de terminar, después de 1000 (bueno, 995) en 11 días. Y no es que lo que queda sea llano, precisamente. Pero la etapa de hoy era dura por la cantidad de kilómetros.
(Ala, ahí está la parrafada referente al pedaleo.  Todos los ciclistas hacéis lo mismo. ¡Que yo no soy ciclista!).

Las calles empiezan a llenarse de la gente que viene, cómo no, de la piscina del pueblo, viejitos que salen cuando empieza a calmar el calor y algún que otro turista. Yo, entre mi acento y el color chocolate que tengo, doy el cante de una manera estrepitosa. Recorro estas calles por ver un poco el pueblo y por soltar piernas. Me está sentando muy bien dar pequeños paseos al terminar los días.
Carmelo, el dueño del hostal donde paro, es un fan del Camino del Cid. Me ha estado preguntando por el trayecto, que dice que en esta zona está un poco abandonado (y lleva razón). Barba blanca cidiana y ganas de contar anécdotas, pero está haciendo no se qué con unos tablones y una motosierra. Mejor lo dejo trabajar.
Me siento en la terraza de un bar de la plaza del pueblo (el bar no tiene nombre, pone BAR. Así me gusta, las cosas hay que llamarlas por su nombre):
- ¡Buenas! ¿Me pone usted un café solo?
- No, café no. Café no hay.
- Bueno, pues un tercio.
- No, tercio tampoco. Hay botellines o jarricas.
- Botellín no, que es muy pequeño...  ¿¿La jarra es muy grande??
- ¡Y qué más da, si te la vas a beber!
- También es verdad...  ¡Póngame una jarra de esas, pues!
Medio litro.
Dos euros.
El Destierro.
A tope.
Pues.

lunes, 25 de julio de 2016

Anexo Seis: My Playlist

- NIÑOS MUTANTES : Perdido en mi habitación. Cada vez que la oigo aprieto el ritmo, por miedo a que se acabe todo ésto.
- RATM: Guerrilla Radio. Me hierve la sangre con esta canción. En el sentido positipvo.
-DMX: Where the hood at. Mi pasado rapero siempre será mi pasado rapero.
- RIHANNA: Man down. Sí, lo confieso. Me gusta Rihanna.
- SFDK: Todo lo que importa. Favorita entre favoritas. Los pelos como la tirilla del pan de molde.
- THE AVENER: To let myself go. Descubrimiento del año.
- HOLYWATER: Brave, Free. Leitmotiv.
- SORAYA: Con fuego. No comment.
- COLDPLAY: Himn for the weekend. En realidad soy muy fan de Coldplay, cualquier canción me vale. Pero ésta con Beyoncé... Ay... Beyoncé...
- X EMBASSADORS: Renegades. Tema central de todo el pack. Sarah, Jose Ángel, el viaje,  el blog...
- TRIBALISTAS : Já sei namorar. Dice la letra que eu sou de ninguém
eu sou de todo mundo e todo mundo me quer bem. Pues eso.
- LAURYN HILL: To Zyon. La gran dama siempre será la gran dama.

Día Diez: El Medievo

Anoche, por ponerle un poco de épica al asunto, me dormí escuchando un podcast de Juan Antonio Cebrián (cómo te echo de menos, amigo) sobre el Cid Campeador. Pasajes de la historia, se llaman estas cosas. Muy recomendable.
Ahora que estoy terminando "Tierras de Frontera" estoy leyendo más sobre este hombre. Los árabes le llamaban Sidi, que significa Señor. De ahí viene lo de CID (Sidi, Cidi, Cid). Y desde la tranquilidad de Sigüenza, y después de pasar por la Puerta del Perdón de la Catedral, que todos tenemos pecados que expiar, leo el pasaje que hace referencia a Robledo de Corpes:

Los infantes han entrado en el robledo de Corpes,
el arbolado es muy alto, las ramas suben a las nubes,
los animales salvajes andan alrededor...

En Robledo de Corpes las hijas del Cid, Doña Elvira y Doña Sol, que en realidad se llamaban María y Cristina, fueron golpeadas y abandonadas por sus maridos. Qué galantes, ellos. Supongo que de ahí vendrá lo de que los animales salvajes andan alrededor.

A pesar de lo que me espera mañana, y pasado, ya le voy viendo el final a este viaje. Me quedan, calculo, unos 400km, y siempre que estoy tan cerca del final me entra una desesperación con la que me cuesta convivir. No quiero terminar, pero quiero terminar...
Sea como sea, y adelantándome un poco a lo que cuente dentro de unos días, que no se cuántos serán, este historión sobre pedales ha sido toda una experiencia. Y me pasará lo de siempre, que volveré cambiado, curtido por un sol que me llevo tatuado en el cuello, pero volvería a empezar sin ningún tipo de duda.

Sigo de reflexión sobre lo de mañana. Mucho subir, mucho pedalear. Pero para esto hemos llegado hasta aquí. Ahora, casi a tiro de piedra, es cuando hay que ponerse valiente. Que lo mejor está por llegar.

Anexo V: Pequeño Cid

- ¡Hola!
- Hola..
- ¿El agua de esta fuente se puede beber?
- Sí.
- Pero hay un cartel aquí que dice que no es potable...
- ¡Sí que es potable, sí! Vamos, a mi nunca me ha pasado nada y llevo toda la vida bebiéndola.
(Niño de unos 9 años)
- Bueno,  pues entonces me fío de tí. Porque tú eres de aquí, ¿no?
- De aquí de toda la vida.
- Vale... ¡Qué fresquita sale!
- ¡Ya te lo dije que está muy buena!
- Sí que está buena, sí. ¿Y qué haces aquí fuera con el calor que hace?
- Esperando a mi madre que nos vamos a la piscina. ¿Tú vas a ir a la piscina?
- ¿Yo?  Que va... Yo sigo camino con la bici esa de ahí.
- ¿Y a dónde vas?
- A Sigüenza.
- ¡A Sigüenza dices! ¡Pero si eso está lejísimos!
(17km)
- Bueno, vengo de más lejos aún.
- ¿De dónde?
- Pues de Orihuela.
- ¿Y eso dónde es?
- Por Alicante. Por el sur de España.
- Pues no se dónde es...
- Muy lejos.

- ¡RODRIGO!  ¡VAMOS!
- ¿Te llamas Rodrigo?
- Sí. ¿Y tú?
- Yo Jose.
- ¡Adiós, Jose!
- ¡Adiós! 

:)

domingo, 24 de julio de 2016

Día Nueve: The Martian

Creo que el café que me tomé esta mañana en una gasolinera (porque no había nada abierto a las 8:30 am) me lo han debido preparar con sin plomo 95 en vez de con agua, porque voy como un cohete. Está claro que no hay nada como tomarse una tarde de descanso.
Ya estoy en provincia de Soria, tras un día de soledad extrema entre montañeo, tierra roja, caminos a la vera del tren y pueblos con piscina.
Lo más destacado es lo de la soledad extrema. Ha habido ratos, largos ratos, en los que no se oían ni pájaros.  ¡Qué silencio más sobrecogedor! Y qué suerte tengo de que no me pase nada por esos sitios...  Para los que se preocupan, soy bastante prudente, aunque no lo parezca. Tengo muy claro que un esfuerzo de más, o un despiste, me puede hacer parar, así que voy con cuidado. Pero además de eso, todos los santos deben estar mirando para acá.
Hablando de pájaros, para los que habéis visto los sellos, ese bicho que sale es una corneja. Según la página del Camino del Cid (muy completa y con un montón de información, por si os pica la curiosidad - www.caminodelcid.org -). Yo creo que es algo parecido a lo que todos conocemos por cuervos. Esos pájaros negros que llevo viendo casi desde que empecé, vamos. Cuando me sobrevuelan suelo darles un grito, o decirles buenas tardes. Ya sabéis, hablar solo se me da de lujo.

Hoy ha sido divertido, no solo sobre la bici. En un pueblo he tenido que tirar de teléfono, llamar a un alguacil que estaba de vacaciones en Ibiza, rellamar a su sustituto, sacarlo de su piscina y hacer que me abriera el ayuntamiento para poner el jod... sellico. La paciencia del personal no tiene límites. Agradecido de por vida, que el tostón que estoy dando es importante.
En otro pueblo un perro llamado Toby ha salido detrás de mí y por poquito me estrello intentando darle un toque con el pie.
¡En otro pueblo me he echado un par de juegos al mus! Por dios qué oxidado estoy... Y ya me he levantado de la mesa porque se me hacía tarde. Y porque han empezado a apostarse copas.
Y aquí donde estoy (Arcos de Jalón) estoy encantado de la vida, bebiéndome una cerveza fresquita a la que me han invitado porque dicen que "joder, desde q llamaste hasta que has llegado, le has dado bien, ¿eh? ¿Qué venías, enganchado al tren o qué?").
Hasta me han ayudado a desmontar los bártulos y guardar a Sarah. Gran atención aquí, y mucho humor. Cada vez me gusta más Soria.
Menuda es Sarah. Va como la seda. El Cid tenía a Babieca. Pero, oye, nada que envidiarle. Qué orgulloso estoy de mi bicicleta.

¡Resumen!: Fantástico día de pedales y aventura, merecido descanso en estas tierras tan acogedoras y cabeza fría para lo que viene. Que viene... Puff, lo que viene...

¡Salud, guap@s!

Anexo Cuatro: Los ciclistas de domingo

- ¡Yeeeeh!
- ¡Yeeeeeeeeh!
(* Yeeeh: Dícese del sonido gutural que hace las veces de saludo entre ciclistas y otras especies humanoides. La i griega puede ser sustituida por las vocales u (¡ueeeeh!), o (¡oeeeeh!), la unión de ambas (¡uoeeeeh!) e incluso el prefijo al- (¡aleeeeh!). En círculos más leídos se suele usar un correcto "¡Buenas!", acompañado de las palabras "días" ("¡Buenos días!") o "tardes" ("¡Buenas tardes! "), según la hora*).

- ¿Qué vas, de cicloturismo?
(Gafas de bici. Casco de bici. Ropa de bici. BICI. Alforjas. Va a ser que de prospecciones petrolíferas no voy...)
- ¡Ahí vamos, dando pedales por estas tierras, sí!  Vosotros, ¿de ruta de domingo?
- Sí, a estirar un poco las piernas. ¿De dónde vienes?
- Pues haciendo el Camino del Cid,  en sentido contrario. Ayer me desvié a Nuévalos, por ver toda esta zona, y hoy ya recupero el camino en Munébrega.
- Ostia tú... Pues tienes un par de subidas ahí...  ¿Y a dónde paras hoy?
- Quiero entrar ya a provincia de Soria...
- Copón...  ¿Y ya te has hecho toda la sierra de Albarracín y todo eso?
- Sí... Hace un par de días ya...
- Joder, pues a estas altitudes que estamos, ¡llevarás el hematocrito a tope!.
(¿El hematowhat?)
- ¡Y los músculos cargados de glucógeno!
(¿Glucoqué?)
- Claro, y tienes que controlarte lo del ácido láctico, que no se te acumule...
(¿Que se me acumula qué? ¿¿Y dónde??)
- Eeehhmmm... ¡Sí sí! Si voy comiendo bien y eso...  Hasta voy tirando de algún gel de glucosa..  (¬¬)
- Claro, eso es fundamental...  Ahora hay unos con sabor a macedonia...  ¡Esos son puro combustible!
- ¡Claro! (¬¬) Esos seguro que vienen bien, y con los sabores y eso, están ricos (¬¬).
- ¿Tienes?
-¿Eh?
- Que si tienes.
- ¿Que si tengo qué?
- ¡Sobres, joder! ¡Que si tienes sobres!
- ¡Ah!  Pues no... Se me han acabado. A ver si compro más... (¬¬)
- ¿Quieres uno?  Yo llevo de sobra para hoy. ¡Llévatelo, no te vaya a dar un apechusque por ahí!
- Eeehhmmm... No, gracias. Es que he comprado manzanas, ya con eso voy bien para hoy... ¡Pero gracias de todos modos!
- Bueno.. Lo que quieras. Va, pues, buen camino, ¿eh? ¡Dale ahí duro, que no se diga!
- ¡Eso, eso, poquito a poco, a ver a dónde llegamos hoy!  Voy tirando. ¡Hasta luego! ¡Buena ruta!
- ¡Igualmente!

sábado, 23 de julio de 2016

Día Ocho: Calma chicha

15h, comiendo:
He perdido un guante. El izquierdo, como no podía ser de otra manera. Se me ha debido de caer en el Monasterio de Piedra, donde he parado de pedalear por hoy, tras 65 interminables kilómetros siguiendo una ruta de senderismo desde Molina de Aragón. Estoy cerca, a unos 4km, pero cuesta arriba. Y tampoco se dónde se me ha caído exactamente, porque he estado pateando por ahí... Foh... ¡Qué rabia!

Hoy estoy de relax, que los excesos, si no los controlas, se pagan tarde o temprano. Así que me quedo en el Camping Lago Resort de Nuévalos. Ya solo el nombre promete...  Pero me voy para allá con los cuernos torcidos porque me falta un guante. El izquierdo, como no podía ser de otra manera.
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16h, a descansar (tras buscar y no encontrar el guante):
Bueno, pues mañana, con la mano izquierda al aire. Ya encontraré alguna tienda, el lunes, donde poder comprar unos nuevos.
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Mañana retomo el camino. Había pensado descansar un par de días aquí, pero creo que con la tarde de siesta, piscina y terracita que llevo, mañana estaré como nuevo. O semi.
Ya son 750km aproximadamente encima. El dolor post fútbol sala (La leyenda de las costillas rotas, tan conocida en algunos círculos) ya se fue. Ahora me duele la mano derecha (¡la que tiene guante!).  No será nada grave, irá mal graduado el puño de Sarah. Hoy lo miro.
Pues sí, ya estoy a mitad de camino, y de salvoconducto. Mañana inauguramos la segunda parte, en Munébrega, Calatayud y Ateca. Todo zona de Zaragoza, Aragón en su máximo exponente. Gran referencia a los Doble V. Ésto va para los entendidos. Llámese Isaac. Que se que me lees y me alegras los ratos. Gracias, Co.

Lo de sellar ha cobrado más importancia en estos últimos días, pero creo que a partir de mañana será mucho más fácil. Por estas zonas hay mucho vacío, como os comenté ayer. Mucho pueblo fantasma en el que encuentras una fuente y ala, a volar. Pero hay que reconocer que la zona es digna de mención. Hablando de sellos, esta mañana conseguí el de Castilnuevo, en una casa rural en la que no había nadie, pero la puerta estaba abierta...
Después de esperar un rato, he decidido meter la mano debajo del mostrador de recepción y sellarme yo mismo. Me ha dado tanto apuro que he dejado una nota pidiendo disculpas por la intromisión. Pero, eso sí, me he llevado tres caramelos. Dos de fresa y uno de limón. Así soy yo. Viviendo al límite.

No se qué me espera a partir de mañana, la verdad. Cuando planeaba esto en casa, al llegar a la cuarta parte (Tierras de Frontera, se llama), siempre me lo dejaba, y me repetía que "ya tendrás tiempo durante el viaje, hombre".  Pues... ¡Ya están aquí las tierras de frontera! Voy realmente bien.
Tenía la peregrina idea, mira tú qué bien traído, de, una vez terminado el Camino del Cid, arrancar con el Camino Francés desde Burgos. Pero, (ya me he decidido definitivamente, te lo prometo, mamá) no lo voy a hacer, por varios motivos.
El primero, evidentemente, es el cansancio acumulado. Si voy por la mitad, y llevo 750km, es tan fácil como hacer cuentas, y nunca he hecho más de 1180km.
El segundo, es que no quiero mezclar una historia con otra. Este camino, esta aventura, merece un rincón exclusivo.

No se qué demonios ha pasado mientras estaba escribiendo, pero de repente estoy rodeado de todos los invitados de un bautizo, fotógrafo y sacerdote incluidos, por lo que escucho. Los padres de la criatura, y la criatura en sí, han ido a sentarse justo al lado de Sarah. Y todo el mundo va a darles dos besos. Y todo el mundo se roza con la rueda de Sarah. Y todo el mundo se limpia la ropa y maldice. Por ahora va ganando un señor y su "me cago en San Judas Tadeo". 

Voy a dejarlo aqui y a levantar la vista, no vaya a montarse algún sarao más a mi alrededor y yo no me entere...

Mañana más, chicos.
¡¡¡Chaito!!!

viernes, 22 de julio de 2016

Anexo III: Sellando

- Abuela... ¡¡Abuela!!
- ¡¡QUÉ!!
- ¿Está mi tío?
- ¿¡¿¡¿QUÉ?!?!?
- ¡¡QUE SI ESTÁ MI TIOOO!!
- No, no está. Se fue a dormir la siesta a la otra casa. ¿¿Pa qué lo quieres a estas horas??
- Que lo busca un ciclista...
- ¿¡¿¡¿UN QUÉ?!?!?
- ¡¡UN CICLISTA DESOS!!  ¡¡PA NO SE QUÉ DE UN SELLO!!
- ¿¡¿¡¿PA UN QUÉ?!?!?
- ¡¡ES IGUAL!! (...)  Déjame que me asome a la otra casa, que debe estar allí.
- Muchas gracias. Ya se que no son horas...
- Es igual, no es molestia, hombre...
(...)
- Tío... ¡¡¡TIOOOO!!!
- Pero qué coj....  ¡¡¡QUÉ!!!
- ¡¡Que te buscan aquí!!
- ¿¡¿¡¿Quién?!?!?
- Un ciclista...
- ¿¡¿¡¿Eh?!?!?
- ¡¡¡QUE TE BUSCA UN CICLISTA!!!
- Joder, esto no son horas... ¡¡¡Dígame!!!
- ¡Hola! Pues nada, que vengo haciendo el Camino del Cid y en la guía pone que aquí tienen un sello... Yo se que no son horas... Pero es que es cuando paso... Y nada, como el Ayuntamiento está cerrado... Y el Centro Social... Y el Ambulatorio...
- Es que es todo lo mismo.
- Ah...  ¿Y la policía o algo?
- Es que soy yo el municipal del pueblo. Y el teniente de alcalde.
- Ahh...  Claro... Y es que ésto no son horas... Mil perdones...
- Pues no son horas, no. ¡Con este calor la siesta es sagrada!
- Pero si hay 28 grados nada más...
-¿¡¿¡¿Y eso no es calor?!?!?
- Yo es que soy de Almería, ¿sabe usted? Para mí ésto es invierno.. 
- Bueno..  Vamos a ponerte el sello, anda.
(...)
- ¿Y por dónde vas a tirar ahora?
- Pues la guía dice que por aquí.
- Sí, no está mal ese camino. Tiene buen firme.
- Y ya... Casi que no tiene tanta subida, ¿no?  Porque llegar aquí me ha costado..  Tela.. 
- ¡¡¡QUÉ VA!!!  Ya te has hecho lo más difícil. A partir de aquí... ¡¡¡TODO LLANO!!!
(¬¬)
- Bueno, pues... Muchas gracias y perdone la molestia, ¿eh?  ¡Voy tirando ya!
- Nada, hombre, no te preocupes. ¡¡Lleva cuidao y buen viajecico!!
- ¡¡Gracias!!

Día Siete: Focus

Hay tanto que contar hoy que no se ni por dónde empezar. Por situarnos, que será la mejor opción, estoy en Molina de Aragón, provincia de Guadalajara. ¿Cómor? Sí, sí. Provincia de Guadalajara.
Conseguir los cuños del Camino hoy ha sido una tarea digna de contar aparte. He pasado por pueblos en los que sabían qué era el Camino del Cid. En otros, no sabían ni quién era el Cid.  En otros, sencillamente, no había nadie. Nadie. Bueno, sí. Un gato.

La jornada  ha sido muy de ciclismo de montaña, siento volver al tema tabú. Podría aburriros con perfiles, pendientes, puertos, kilómetros,...  Pero lo importante para mí ha sido el grado de concentración durante todo el día. La verdad es que hoy me he portado como un profesional. :D

Mañana hace una semana que salí, y tengo la sensación de que llevo con ésto más de un mes. Está siendo uno de los viajes más duros en los que he decidido embarcarme, y por eso me gusta aún más. Creo que el día Siete resume muy bien todo lo que llevo hasta hoy: calor, frío, lluvia, sol, campos de cultivo, pinares, encinas, trigo, camino, asfalto, para arriba, para abajo,... Toda una mezcla durante estas jornadas de tres cifras que estoy metiéndome en el cuerpo.
Hay músculos que me duelen, otros no se si están, o se me han caído por el camino. Otros se han acostumbrado... Pero siempre acabo diciendo que pedaleas con la cabeza. Es la actitud la que se clava a los pedales y tira de tí cuando crees que no puedes más. Y al final, pues puedes. Y ya está.
A la actitud también le ayuda algo de energía extra, está claro. El reconstituyente de hoy ha sido un sobre de azúcar, a falta de miel. Vamos, que entre dulces, cocacolas y demás...  Lo único que estoy perdiendo son ganas de volver. Ah, y el bote de gel de baño, que me lo dejé en el camping anoche. Como todos los años...

Hoy estoy un poco cansado, la verdad, pero con muchas ganas para mañana, que entraré en provincia de Zaragoza. Se acerca uno de los días especiales que me preparé...  Quiero ir al Monasterio de Piedra. Me desvío bastante de la ruta, pero valdrá la pena, es un sitio espectacular. Mi padre, mañico de nacimiento, nos ha llevado muchas veces y tengo un recuerdo maravilloso de ese sitio. Deberíais ir. En coche, mejor.

Hoy iba pensando, ¿recomendaría a alguien hacer este tipo de aventurillas? Sinceramente... No. Es ponerse en un riesgo innecesario eso de ir solo y con nada más que una bici, un móvil y una tienda de campaña. Pero entonces, ¿qué es lo que nos impulsa a meternos en estos berenjenales?  Un amigo de mis padres les preguntó el año pasado: "Pero... Tu hijo... ¿¿Por qué hace estas cosas??".  Y mis padres me preguntaron a mí. Y a día de hoy, aún no he sido capaz de dar una respuesta clara.
Solo se que me siento más vivo que nunca, y esa sensación, ese respirar profundo y llenarte los pulmones de satisfacción plena, eso sí que lo recomiendo. Con los ojos cerrados y sin atisbo de duda.
Descansemos, pues.
Zzz....

jueves, 21 de julio de 2016

Anexo Dos: Diez consejos útiles, diez.

- Un triple para cargar varias cosas a la vez siempre viene bien. Así no te sentirás mal por robar uno de cualquier hotel.
- Cuando llegues a un cruce, el "¡Fijo que es por aquí, fijísimo!" no suele ser la mejor opción.
- Nunca establezcas contacto visual con un grupo de ciclistas. Te preguntarán a dónde vas solo con la excusa de contarte todo lo que han hecho ellos y tú no.
- Seis pinzas para la ropa no suelen ser suficientes. Echa ocho o diez, no seas miserias.
- Las pastillas de jabón también valen para lavar ropa, pero no es lo mismo. Echa un bote más grande, repito, miserias.
- Un bar vacío siempre es una mala señal. Aquí y en la China Popular.
- Ir cantando a grito pelado por medio del monte y que cualquier bicho se te meta en la boca suelen ser cosas coincidentes. Tararea, mejor.
- Intenta llevar las luces cargadas, o de las que son a pilas. Pasar túneles a oscuras no es tan divertido como crees.
- No te enzarces en una pelea a muerte con una mosca que se meta en tu tienda.
- Nunca te fíes de la sabiduría popular. "Ya has hecho lo peor, desde aquí es todo llano"  suele ser mentira.

Día Seis: Como un torico

¿Cuántas veces en mi vida podré decir que fui a Teruel a cambiarle la pila a mi reloj?
Pues eso, esta mañana, al rayar el sol, mi reloj dijo que hasta aquí hemos llegado...  Pues ya tuve excusa para pasar por Teruel, además de para ir sellando el salvoconducto del Camino del Cid. Esto no es como lo de ir a Santiago, que te vale hasta lo que te ponen en una gasolinera...  Aquí mis amigos cidianos (lo he mirado, se dice así) editaron un número limitado, y tienes que pasar por los pueblos donde lo tienen. Y para eso tienes una guía. Aunque hay que añadir que los sellos son preciosos, recordadme que os enseñe una foto.
La gracia se desata cuando te encajas en un pueblecico (que aquí todo acaba en ico, parecen almerienses con eses) y el ayuntamiento/punto de información/pensión/albergue de turno está cerrado. Pues nada, al siguiente...
Datos del trayecto: tienes que pasar por nueve provincias, y hay que conseguir mínimo cuatro sellos distintos de cada una. Esto parece "Humor Amarillo".
Ironías aparte, lo estoy disfrutando como un pitufo. Hasta hoy. Porque mañana, según la guía de marras, empieza lo difícil. Vienen perfiles complicados, subes, bajas, vuelves a subir, y otra vez más, y luego vuelves a bajar. Así pasaré los próximos días. ¡Yuju! Va a estar guapo...

Todo lo que se me ocurre contar hoy roza la prohibición que me impuse (esto no es un blog de viajes ni de bicicletas) pero es que me llevo un gran recuerdo de la Vía Verde Ojos Negros, coronada en Puerto Escandón. Y allí estaba yo cuando de repente pasa un tren de mercancías (que me ha informado mi amigo Antonio). ¡Menuda postal! Dos días para llegar arriba y voy justo cuando pasa un tren. Esta noche compro un cupón, a ver si sigo en racha.
Después del tren, la pila en Teruel y comer como un señor en un sitio parecido al bar de "Abierto hasta el amanecer" (no por el aspecto, sino por cómo me han mirado al entrar), aparco en el camping de Albarracín. Más agusto no se puede estar.
Ando más pendiente de lo que me espera mañana que de escribir hoy, así que me despido ya, porque estoy metido en la tienda, escribiendo, y se me están empezando a caer los párpados. Llevo un total de 555km en 6 días, y para ser sinceros, empiezo a notar el cansancio. A primera hora voy "como un torico", pero las tardes se me hacen eternas... Aunque a mediodía me tomé un poco de miel (consejos de Paco Sánchez, qué grande eres crack) y me ha sentado mucho mejor que esas cosas con sabor a fresa. Que ya tampoco me quedan, por cierto...

Salgo a cenar, chicos. Perdonad el tostón bicicletero, hoy todo va de eso.
¡Nos leemos! 😊

Pd: Tengo que cenar, pero en realidad estoy bebiendo Turias, en plural, mientras escucho a Johnny Cash.
¿¿¿A que me quedo aquí mañana???

miércoles, 20 de julio de 2016

Día Cinco: Y subiendo

Para mí, lo mejor de estos viajes, amén de hazañas personales, es que pasas por lugares completamente desconocidos, que no sabías ni que existían. Y si vas con actitud positiva, como es el caso, y que dure, puedes llevarte conversaciones de esas que recordarás toda la vida, de gente a la que dentro de un tiempo no sabré ponerle cara, porque mi cabeza termina mezclando todo, pero de las que diré aquello de "ostras, ¿os he contado lo que me pasó no se donde?".  Lo peor será que escuchareis la misma historia mil veces...
Hoy ya me he cruzado con más gente en bici, aunque todos en sentido contrario al mío. Es decir, el correcto. O no. A mí me gusta la dirección que llevo yo...
Siempre me ha pasado en estos viajes que, cuando más emocionado voy, cuando empiezo a repetirme que igual esto sí que tiene cierto mérito, me cruzo con alguien que está inmerso en una salvajada mucho mayor. Y ahí es cuando yo me doy cuenta de que todo es ponerse. Y el héroe de hoy es... ¡Alain!
Alain es un señor francés de unos cuarenta y largos años que salió hace una semana, atención, redoble de tambores, de Burdeos. Atiende. Pero es que no queda ahí la cosa. Es que el señor Alain va hasta Torrevieja (qué gracioso suena Torrevieja en acento francés) y vuelve ¡también en bici! Y lo más grande de todo es que dice que no puede tardar más de cuatro semanas, porque si no lo mata su mujer.
Me fascina la capacidad del ser humano, cómo nos ponemos en riesgo, cómo nos intentamos superar, y no hablo ya del plano físico o deportivo...  Es algo que llevamos grabado a fuego en nuestras almas, o en nuestros genes mejor, supongo. Cuando estoy de vacaciones me olvido de la ciencia...Pero lo que nos mantiene vivos, lo que nos hace sentir cada palmo de terreno que pisamos, es precisamente eso, el reto personal, fisico o mental, da igual. Pero qué bonito es levantarse cada día con una idea rondando por ahí, delante de tus ojos.
Eso es lo que me está pasando con el blog. Cada cosa que se me aparece durante el día  intento recordarla para compartirla después y hacer esta experiencia mucho más inolvidable de lo que ya está siendo, pero prefiero guardarne algo, y así ya tenemos una excusa para unas cañas. Y ya os contaré en vivo cuando empezó a llover la tarde del miercoles y me pilló en pleno monte, o la de túneles que he pasado sin luces porque se me olvidó cargarlas, o la bronca que le ha liado un señor a una concejal de un pueblo porque "los matojos invaden la carretera de acceso a mi casa y ya he hecho tres escritos y me habéis mandado el acuse de recibo pero seguís sin hacer nada porque todos los políticos sois unos sinvergüenzas y un día como se me cruce un cable cojo un bidón de gasolina y le pego fuego a medio monte y entonces ya verás si me hacéis caso y bla bla bla... ".

Lo dicho. Historias para unas cañas.
Id poniendo fecha.
¡Buenas noches!
(que ya estamos en Aragón)

Anexo I: Los desayunos

- ¡Menuda carga llevas en la bicicleta!
- ¡¡Sí!! Estamos de ruta por estas tierras... ¡Algo habrá que hacer, que para eso estoy de vacaciones!
- Vacaciones dice... !Yo no he cogido vacaciones en mi vida! ¿Y tú, Ramón? ¿Sabes lo que son vacaciones?
- Yo llevo toda la vida trabajando... Fíjate como tengo las piernas, que al final me tienen que operar y todo.
- ¡A mí me operaron también de la rodilla izquierda! Mire la cicatriz.
- ¿De una nada más? ¡A mí me tienen que abrir las dos! Cortan por aquí, quitan esto de aquí, que va pa los perros, y me ponen un cacharro en cada una. Si es que yo tengo las rodillas fatal...  ¡y las piernas zambas, así como tú! ¿Cómo dices que te llamas?
- Jose Ángel
- Pues de niños yo recuerdo que todos teníamos las piernas así. Fíjate que el cura, cuando vino y nos vio, decía: "¡Cómo estaréis de mayores, si ya de jóvenes os llevan tan cargaos que hasta se os doblan las piernas!". Toda la vida trabajando, hijo... Y si me quitan la pensión, pues nada, de algo ya viviremos, ya..  Pero yo no voto más, que son todos una banda de ladrones. Y qué vas, ¿solo por ahí? ¿No tienes mujer o chiquillos o algo?
- Nada... ¡La bici, lo único que tengo!
- Si es que los jóvenes de hoy día estáis atontaos... Cinco hijos tuve yo, todos varones. Y catorce nietos ya. El domingo vinieron, por las fiestas del pueblo, y con cuatro chorizos, dos morcillas y un par de huevines, les preparé unas alubias que estaban de ricas... ¡Tan ricas que hasta tuve que tomar yo medio plato!  ¿Y eso na más has desayunao tú?  ¿Media tostadica con tomate?
- Sí... ¡Que luego en la bici no hay quien ande si vas con el estómago lleno! Y voy a ir tirando ya, ¡que al final se me echa el tiempo encima!  
- Pero tómate una cerveza o algo, hombre. ¡O un vino, que te sentará mejor!
- ¡Nooo!  Pero gracias por el ofrecimiento. ¡Un placer!
- Lleva cuidao, pues. ¡Un placer!

martes, 19 de julio de 2016

Día Cuatro: Con el chucuchú del tren

Todo el día de hoy gira en torno a la Vía Verde más larga de España, la de Ojos Negros. De ahí el título. 

Haciendo números, gestionando esfuerzos, huyendo de la costa hacia el interior, he ido a parar a un fresquito camping (Altomira) donde me he homenajeado con tarde de rey, piscina, cena de dos platos y postre. Arroz, pechuga y milhojas. Mejor no se puede vivir. O igual sí... Pero yo estoy muy satisfecho. En todos los sentidos.  

He dejado de pensar en lo que me queda, más que nada porque aún restan cuatro cifras. Pero os dije que esto no era un blog de bicis ni de rutas, así que cambiemos el tercio.
Retomo. En un día, o en unas horas, he pasado de la playa al monte. Curioso ver tanta chancla y toalla y ahora tanto bungalow y tanta tienda, de esas enormes, con todo lo que puedas imaginar... Buscadores de pokemons incluidos, ojo. Por dios que puñetera fiebre...  Salid a la calle, iros a un bar. Cagüen sos...  
Ya tenía ganas de perder de vista el mar, por feo y desagradable que suene en alguien que se crió en la lengua del agua. Será  por eso de que la cabra tiende al monte. Y hablando de tender... Tengo la parcelica rodeada de ropa. He improvisado una cuerda con los pulpos que llevo sujetando el equipaje, y había por ahí no se qué tubo suelto, perfecto para colgar calcetines. Como mañana no esté todo sequito me toca pedalear en plan comando. Tan boniquet.
Es divertido lo del camping. Entre mis cuatro líneas de adoquines caben un par de  todoterrenos con remolques, y yo ocupo una esquinita con la tienda y la bici. Tengo a una familia de alemanes por un lado y a una pareja con niño, embarazo en ciernes y perro pachón por el otro. Todos simpáticos, habladores, preguntones...  "¿Vas tú solo? ¿Desde dónde?  ¿Desde cuándo?...".  Me lo preguntan tanto que ya tengo un guión, una cara ensayada y una sonrisa de satisfacción para todo aquel con el que charlo un rato. Y ya me conocéis, hablo hasta dormido. Así que ésto es un no parar.
Pero sigo sin ver gente haciendo la ruta. Nadie. Será el calor (tampoco es para tanto),  o la distancia (¡que tampoco es para tanto!) o lo difícil del recorrido (¿¿¿otra vez???)...  No. Tampoco es para tanto. Pienso lo mismo que cuando empecé. Esto lo hace cualquiera. Igual es esa idea la que me hace despertarme cada mañana.
Estoy bien, para aquellos que se preocupan. Voy cuidándome mucho. Como bien, bebo mucha agua (unos 6L diarios), tengo cremas y protector solar, cacao para los labios, calcetines limpios para cada día, una gran cantidad de energía positiva, otra pequeña cantidad escondida en un bolsillo como reserva de emergencia y ganas de seguir adelante. La experiencia es tan inolvidable como siempre. 

Gracias, por cierto, a todos los que leéis y compartís. Es maravilloso pensar que cada noche hay gente esperando a que el nene escriba unas cuantas chorradas. Y cada pequeña aparición que hacéis me dibuja una sonrisa de oreja a oreja. Curioso que al que no se calla nunca, al final, le falten palabras de agradecimiento.
Última cosa: Antonio, míster pedales, hoy tiré por primera vez de ¡Gel de glucosa de absorción rápida y con sabor a fresa!  ¡¡¡Yummm!!!
Estas cosas no están buenas. Y además, me he dado cuenta de que caducó en marzo...

Estos caminos te echan de menos, amigo. Vete planeando algo para el año que viene. Ah, no... Espera... Que yo de ésta cuelgo las botas... 


lunes, 18 de julio de 2016

Día Tres: Entre naranjos

He decidido evitar las horas centrales de los días, en vistas de los mapas que ponen en la tele, todos rojos rojísimos, y los avisos-consejos-preocupaciones de la gente que me va llamando por el camino. Y sí, ya se que es lo más sensato... Pero cuesta aguantar parado bajo cualquier sombra cuando lo que quieres es avanzar.
Sea como fuere, hoy me salió genial la jornada, desde sierras traicioneras a campos de naranjos y arrozales. Y así, sin apenas darme cuenta, me he cepillado la primera parte de la ruta. Ya solo me quedan cuatro más, a aproximadamente trescientos kilómetros... Hagan ustedes las cuentas, si gustan.
Hablando de trayectos y tramos, hoy escuché los primeros "¡Buen camino!" de esta torcida ruta que estoy siguiendo. Por aquí abajo no se conoce mucho lo del Cid, la gente que alienta te confunde con los peregrinos a Santiago. Pero las palabras amables son agradecidas.
Hablando del Cid, es divertido ir sellando el salvoconducto por estos pueblos llenos de ferias, moros, cristianos, castillos, iglesias y acento. Ya le estoy cogiendo el truco al "valençiá", es lo que tiene leer carteles y hablar con Sarah, por falta de algún tarado que se atreva a hacer estas rutas en épocas tan jodidas. Pero, ey, son las vacaciones que tengo...
Y hablando de Sarah, hoy le quité el ruidito molesto. ¡YUJU!  Un lavado a presión más un engrase a fondo (uno es previsor y se trajo un botecico) y ya va como la seda. A veces la gente no entiende el porqué de humanizar a mi bicicleta. Todo tiene una explicación. Pasarse siete horas al día dando pedales a veces te ayuda a perder un poco el juicio. Ves gigantes en vez de molinos, básicamente. No todo el mundo se vuelve loco, esas cosas hay que merecerlas. ;)

¡Y a diez kilómetros de Valencia está el nen!  En Silla, para ser más exactos. Sí, se aceptan bromitas tipo "para sentarme que estoy yo hoy"  después de tres cifras en los gemelos.
En fin, chicos, voy a cenar que sigo con hambre canina, y a terminar de mirar mapas, que me quedo sin batería y, como acabo de escuchar en una mesita de al lado, "mi móvil está mort, fil de put". O como se escriba...  Pero entenderse, se entiende... :D
Seguimos juntos.
Bona nit!

domingo, 17 de julio de 2016

Día Dos: Aridez

Día largo entre caminos, fortalezas, campos de cultivo, pinares, botellas llenas y botellas vacías. Hasta los ojos de polvo y sed. Y la sonrisa por blasón, sepa vuesa merced.
Coincidencias de la vida, llego a Banyeres de Mariola y me encuentro con la feria medieval más importante de la comarca. Ni un rinconcito libre donde sentarse y resumir el día.. ¡Pardiez!
Aquí me quedo hoy, tras acariciar el Camino del Sureste, que va directo a Santiago y comparte piedras, hoy, solo hoy, con el Camino del Cid. Más de una vez me he imaginado tirando de las riendas y cambiando de mapas. Luego me doy de bruces con otro castillo y se me pasa.
Hoy, domingo de verano, he cruzado conversaciones con un montón de ciclistas, todas en "valençiá" hasta mi primer golpe de acento y falta de eses. Ánimos y elogios que me regalan. Y yo sigo sin verle el mérito a ésto. Pero se agradecen las palabras buenas, se agradecen mucho.
Sarah sigue bien, ruidosa pero bien. Quizás se queja del calor, o del peso, o de la distancia, y yo sigo leyendo blogs mecánicos donde dan mil y una teorías para eliminar ese soniquete con el que a ratos compongo canciones. Mañana probaré otra vez. O pasaremos por boxes. Ya veremos.
Me llega el olor de chorizos a la brasa y se me ponen los pelos como escarpias. En casa mientras almuerzan jureles que pilla mi padre, y gazpacho. Pero yo hoy me zampaba un cerdo enterito, y mañana, cuando vuelva a la costa, ya me plantearé lo del pescado azul.
Y de postre, la frase que asomó detrás de Sarah, en un momento débil. Ni buscado sale mejor.
Pues eso, toca abrir las alas.

sábado, 16 de julio de 2016

Día Uno: Retomar el contacto

Para tí, ¿qué es irse de vacaciones?
Es una pregunta sencilla. Elegirás playas o montañas, cultura o descanso, hoteles o bungalows. Yo elijo mi bicicleta.
Todos necesitamos de desenchufe porque en estos días de incertidumbre que vivimos no hay nada mejor que dejarse la cabeza y el reloj en la mejor estantería de casa. Y en esas ando yo.
Retomar el contacto con mi yo cicloturista es, para mí, la mejor de las sensaciones. Entre carreteras secundarias y campos de cultivo he ido a parar a Monforte del Cid, espoleado por este sol abrasador que suele aparecer cada vez antes pero que tanto echo en falta cuando Granada se esconde entre tormentas y caídas de temperatura.
Voy un poco mermado por lesiones de fútbol sala, pero las piernas responden sin miedo a porcentajes. Benditas farmacias.
Hacer el trayecto al revés, que uno es zurdo para todo, tiene su aquel. Llegas a cualquier sitio a rellenar botellas y tienes que explicar que no, que no estás a punto de terminar, que acabas de empezar. Y ahí la mirada de la gente se hace esquiva, desconfiada. Y te analizan como si fueras un alien, igual que haría yo, o tú.
Y luego llega la soledad sobre Sarah, solo rota por un insoportable ruidito que no consigo quitar y al que mucho me temo que no me voy a acostumbrar, por muchos kilómetros que me queden. Tocará pasar por un taller cualquiera.
Y en la falta de compañía (es lo que tiene ir solo, smart guy) te da por repetirte que se te ha ido la mano con el tiralíneas y el sextante, que son caminos de más, cuestas de más, días de más. Pero, benditas sean las cuadraturas de los círculos, te cruzas con unos niños que te preguntan en valenciano a dónde vas. Y se lo explicas con un dibujo a dedo pulgar y tierra, y entonces todo cambia.
Gran primer día.

Preludios

Ésto no es un blog de bicicletas, ni de viajes...  Pero da la casualidad...
Estoy de ruta, como todos los años, pero no pienso aburrirte con "kilometrajes", ni altimetrías, ni perfiles de rutas ni cosas de esas. La idea es retomar el blog, por compartirme contigo.
Porque vuelvo a escribir. Vuelvo a contarte mis vidas y a enseñarte mis mundos, tan sencillos y especiales a la vez, al menos para mí, y por especiales los quiero compartir.
Vuelvo a desflorar estas páginas a martillo y cincel, a dejar que las ideas transpiren y salten juguetonas entre sí, porque al que le gusta contar, al que habla sin parar, se le incendia el alma si no tiene oído que le escuche. Y sí, ya se que siempre has estado ahí detrás y que la pérdida de norte ha sido exclusividad mía. Lo se.
Vuelvo, en firme, tras deambulares estériles por otras ciencias, entre alquimia y probetas, pinceles y pegamentos, tranquilizantes y tilas, chapas y pinturas, para vaciarme con ganas, a todo lo que dé mi pulmón, y recuperar aquello que dejé escapar a conciencia, y consciente de que me haría falta. Todos pasamos a veces por un proceso de purga.
Vuelvo, pues, con trabajo y ganas palpables, con deseos de recuperar tiempos extraviados detrás de obligaciones y excusas, tontería de premio y actitud estéril. Vuelvo, en fin.