sábado, 26 de agosto de 2017

Día Siete: ÉL DICE QUE ES FELIZ EN LA MONTAÑA

Qué bien nos lo pasamos la Sarillah y yo cuando atravesamos montañas. Iremos a ritmo bajo, sufriendo, renqueantes los dos, ruidosos,... Pero qué bien nos lo pasamos.
Y qué gente más maja por estas tierras, Castilla y León. De repente todo son ayudas, ánimos, consejos y sonrisas. Qué contento estoy otra vez, tras mi "black cloud" de ayer.
Hablando de nubes, esta mañana ya he tenido el primer amago de tormenta. Una fina lluvia, de esas que parece que no cae, pero cae, me ha acompañado hasta las once, aproximadamente. Qué bien sienta, un ratejo. Que ya tuve la experiencia aquella de Portugal... Y no quiero más lluvias.
El día ha ido espectacular, como os decía, entre encinas, robles y toros bravos, que en esta zona, el campo charro, da gusto verlos pastar. Desde lejos. Y con una valla de por medio. O dos.
He aprendido que parar en pueblinos minúsculos a tomar café es más enriquecedor que entrar en gasolineras a comprar agua. La pega es que, como hablo hasta con las piedras, en cuanto alguien me da cuerda, ya son dos cafés, o tres, con el consiguiente retraso en la ruta, pero me da un poco igual, la verdad.
Hoy la conversación ha sido con dos jubilados (estaba claro, es lo que toca este año) que se han puesto a discutir entre ellos sobre por dónde debería tirar "el zagal este de la bicicleta negra". Pero que aquí no se andan con tonterías... ¡Discutir, discutir!
Le he hecho caso al que parecía más cuerdo de los dos. "¡Mal camino es ese, que lo sepas! Lleno de baches durante cuatro kilómetros... ¡Se te va ascoyuntar la bicicleta!", me decía el otro señor. Y no le hice caso. Y a los cuatro kilómetros, pinchazo.

Encinas, pinos, robles, águilas, cerdos, ardillas, toros mansos, toros bravos, conejos, ¡y hasta un zorro! Increíble lo de hoy. Qué gran tierra. Así, a lo tonto, estoy en Salamanca desde las cuatro de la tarde.
Ya he ido a buscar la rana. Ya he pasado por la casa de las conchas. Ya he tomado café en la plaza mayor. Y ya he comprado más cámaras (por si las moscas), el llavero (para que luego digas) y unas mangas, porque me da la sensación de que viene frío, y los brazos se me quedan helados a primera hora de la mañana. Resumiendo, listo para mañana, ecuador de mis vacaciones. Contento.
Hambriento.
De pinchos me voy.
Aojorno.

PD: Con el titulito de la entrada de hoy, ya tengo temazo para mañana.
Ay, Jose.... 😧

No hay comentarios:

Publicar un comentario