jueves, 24 de agosto de 2017

Día Cinco: DAME UNA ESE, DAME UNA U, DAME UNA E, DAME UNA ERRE,...

¡Qué gran jornada!
Necesitaba un día como el de hoy, de cuestas, caminos, comarcales, tractores, fruta, charlas, vacas, toros, caballos, cerdos,... Y tres puñeteras cifras en las piernas.

Estoy a 30 kilómetros de Cáceres, y aún no me lo creo. Dejé de pedalear a las seis, tras parar un rato para comer. Los dos grados menos y unas nubes a las que no he dejado de dar las gracias han venido de dulce.
Anoche estuve de charla con Señor y Señora Svai, a medias entre el inglés y el español que ellos chapurreaban. Se quejaban del calor  y no podían comprender por qué en el albergue no había aire acondicionado. "hozeanjo, ¿cómo no haberrr airecondisionada aquí? Es mushacalorrr!!!". "Pues porque ésto vale ocho euros, pichita, vete a un hotel...". "Ya, ya, es barata esto sitio, pero falta airecondisionada". Pues a Alemania, nenico... ¡Qué quieres que te diga yo!
Entre mis zumos y sus galletas desayunamos esta mañana, y tras un café, nos separamos. "¡Buencamina, my friend!". Qué bonicos son los guiris.

Gracias al dueño de un bar en Castuera, aficionado a los pedales él, he descubierto el Camino del Rey, que me ha llevado sin problemas hasta Don Benito, donde pensaba hacer el giro que comenté ayer, para evitar entrar en Mérida. Y cuando iba a seguir, tras otro café, que me sirve de gasolina, un grupo de ciclistas se paran a charlar. Que si a dónde vas, que si de dónde vienes... Lo típico. Y me han enseñado una ruta hasta donde quería parar hoy, atravesando una sierra preciosa, por un camino de cabras que llevaba a una explotación minera. Flipando estoy todavía, me lo he pasado como un enano.
Y tan contento iba que tras comer he tirado quince kilómetros más. Y aquí estoy, en Aldea del Cano, tan cerca de Cáceres que mañana desayuno allí, en un albergue espectacular para mí solito. Esa sigue siendo la constante por ahora, no me cruzo con nadie, quitando al matrimonio Svai, pero supongo que más arriba sí encontraré compañeros de viaje.

Ya he terminado el camino mozárabe, y entro de lleno en la Vía de la Plata. Grandes recuerdos por aquí de viajes pasados, y de la gente que conocimos, de las rutas que trazamos,... Mi primo, Paco, Antonio...
A pesar del avance hoy, la idea del tren sigue por ahí, revoloteando. No quiero dejar de disfrutar de esta escapadilla por esfuerzos mal gestionados, pero bueno, hoy estoy muy contento. Ya mañana decidiré.

Siempre tengo un día de concentración ciclista durante los viajes, hoy era, se nota por lo que os cuento, pero es que ha sido muy chulo el recorrido. Y además, me quedé sin batería en mitad de la sierra esa... Cómo me gusta que las cosas se compliquen cuando menos falta te hace. Y aún no me creo que haya sido capaz de llegar aquí, sin mapas. Dada mi torpeza, wow... Increíble.
Está siendo una gran aventura este año, y por ahora todas las etapas terminan bien, con mis achaquillos... Pero bien.

¡Sigamos cruzando los dedos!



1 comentario:

  1. Tiene que ser el maná encontrarse a alguien que te indique el camino o alguna ruta que te haga ver nuevos horizontes. Hoy descubriste el quinto pino, descubrirás donde está "a tomar por ..." ?
    Ánimo !!!

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