miércoles, 30 de agosto de 2017

Día Once: DE NUESTROS MIEDOS NACEN NUESTROS CORAJES.

Era hoy. Mi día era hoy.
No creo que sea capaz de contar todo en estas "y pico" líneas, ahora mismo lo tengo todo muy mezclado en la cabeza, y además, estoy muy cansado.
Por resumir, estoy en Triacastela, a unos ciento y poco, muy poco, de Santiago. Ayer me equivoqué mirando la guía, creía que estaba más cerca. Me di cuenta con el segundo café esta mañana, pero como el plan era no mirar demasiado los mapas... Pues eso, adelante y a ver hasta dónde.
Con esa idea he tirado sin mayores problemas, excepto un tirón en la pierna derecha que me ha obligado a parar un rato, pero todo bien, ya lo esperaba y venía preparado.

Empezó a llover pronto, sobre las doce. Al principio era apenas imperceptible, pero pasados unos quince minutos he puesto en marcha la Operación Garbage Bag. Dos en cada alforja. Inventazo. Y así, de negro, y con el chubasquerillo que llevaba cada vez menos water proof, sube que te sube, sin apenas darte cuenta, pero venga a subir, hasta que han llegado los diez kilómetros más duros que he hecho jamás. No por el perfil, que también ha sido jodido, sino porque no ha dejado de llover y se han unido a la fiesta una niebla espesa y el viento en contra. Día de reyes hoy, a 10 grados, empapado hasta los ojos y con una sonrisa por bandera, con un par.
La mayoría de ciclistas que he visto se han dado la vuelta, quitando a los que llevan bici eléctrica y/o van sin alforjas, que los hay a manta. Día de reyes, de los grandes reyes. De pelear mucho y apretar los dientes. Muy duro. Aún tengo los dedos como después de una sauna. Bestial.
Me he puesto serio, serio de verdad, cuando me quedaban dos picos y la lluvia se ha vuelto, digamos, intensa, porque ya iba bastante cansado y helado de frío. Así que sin pensarlo demasiado, y mira que yo soy pudoroso para esas cosas, me he quedado en bolas debajo de un horrio y, con unas vacas se expectadoras, he sacado mi toalla, sequita gracias a las bolsas de basura, y ropa limpia. Pa haberme grabao, vamos.
He aguantado dentro de un albergue, lleno de gente que no quería seguir (por lo que no me podía quedar), escuchando las quejas de un alemán en bici, que dice que en España las cosas son muy raras y que la siesta no es un buen invento (tira y arde, camarada), hasta que ya no he podido más y, tirando de poncho (Omg, sé lo que hicísteis el último verano), y con una fuerza de  voluntad que no sé de dónde saco, he llegado hasta aquí.
Y aquí está el tío, en plan Pekín Express, porque tengo fijado un coche de alquiler para el viernes y ya no se si llego, echándose una cerveza, mientras Sarah, la auténtica campeona de todo este tinglado, descansa en unas caballerizas.

Lo de hoy ha sido realmente jodido. Intento darle un plus de gracieta al tema, pero he rozado mi límite. Mi primo y mis Presis pueden corroborarlo, que han sido ellos de quien he tirado cuando he pasado el peor momento. Sois grandes. Gracias mil, zagalada.
Galicia me recibió como esperaba, a lo grande. Qué tierra más maravillosa ésta, y qué gran aventura la de hoy. Voy a cenar algo y a dormir como un bendito, porque me lo he ganado, hoy sí, y porque ya no puedo más. Pero para lo que me queda... Habrá que tirar de bemoles. O no.
Que eso del sí, el no y el depende, es muy muy gallego.

4 comentarios:

  1. Y eso q dejaste ayer tu piedra... Te sobran bemoles (y hasta güevos) pa lo q queda!!

    Foto en el Obradoiro!!

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  2. Llegas a Triacastela y está ocupada, emprendes nuevo rumbo luchando contra la orografía y las inclemencias meteorológicas... escena sexy en el horrion ...
    He visto capítulos de Spartacus o Juego de Tronos más flojitos.

    Santiago is coming.

    VAMOOOOOOOOS !!!!

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  3. ¡Ánimo rey que ya lo tienes! I love U!

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  4. Qué duro eres!!! He leído tarde este capítulo y ya conozco el final feliz. 🎆🎆🎇🎈🎉 Bravo por ti.

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