martes, 29 de agosto de 2017

Día Diez: QUE RECALCULE BLAS

Con qué facilidad se puede torcer todo. Un poco de barro es lo que me hace parar en Ponferrada, tras la historia del anexo cuatro y los problemas mecánicos de Sarah. ¡Qué de cosas están pasando este año!
No ha ido como esperaba, es cierto, pero podía haber sido mucho peor. El fallo de los platos podía haber sido en "vetetuasaberdondedelcamino", pero ha sido en Astorga, una pedazo de ciudad. Hasta he tenido suerte. Y con esa idea he avanzado hasta aquí, tras subir la Cruz de Hierro, qué chulada de sitio. Entre montes leoneses y riadas de peregrinos, pocos españoles, y al son del "¡Buen camino!", está Jose por estas calles templarias, y lo que se tercio. Eso que no falte.
Es gracioso lo del "¡Buen camino!". Solo dos veces me han contestado lo mismo. Lo demás han sido cosas como "buena camino, buen camina, bon camina,...". El mejor de todos, el que se lleva el premio, el "¡Buen Comino!". 😂 😂 😂 😂
Y es que hay una riada de gente por aquí... Tremenda. Y casi todos, claro, extranjeros. Y ciclistas, pocos, pero también hay. Y con esos no me llevo bien. Esta tarde la he tenido con uno. Se veía venir.
Dice la guía que llevo que me quedan 160 km para terminar, y ya me está entrando eso que me da siempre que veo el final. No quiero terminar. No quiero no quiero no quiero. A pesar del calor, del frío, del agua (hoy no ha llovido nada de nada, por cierto), del mal dormir, del mal comer, de los problemas mecánicos,... Me gusta esta sensación de no saber qué puede pasar mañana. Lo cual, por cierto, me ha hecho decidir que no pienso planear nada más estos próximos días. Sé por dónde tengo que ir, y sé a qué hora voy a empezar. Y lo demás, como es tan frágil... Pues nada. Lo que no puedo controlar no es un problema, porque no depende de mí.
Total, que no quiero terminar.

Una vez más, gracias por estar todos ahí. Lo de dar tanto el tostón hoy es porque, sinceramente, me he acojonado un poco cuando Sarah no tiraba. Pero es reconfortante saber que si me pasara cualquier cosa, podría contar con vosotros. No me canso de decirlo. Tengo mucha suerte de teneros en mi vida.

Sobre la piedra: es tradición que todo peregrino cargue con una piedra, que pertenezca a su lugar de origen, y la deje en la cruz de hierro, el punto más alto del Camino Francés. La piedra simboliza todo lo que has hecho mal, todos tus "pecados", y al dejarla allí, te liberas. También dicen que la piedra debe ser tan grande como el mal que hayas hecho. Lo del tamaño ya lo dejamos como opinable. No quería cargar con una piedra de mármol en las alforjas.
La piedra que yo he dejado llevaba conmigo desde septiembre del año pasado, cuando decidí que iba a hacer este viaje este año. La cogí de la playa de Cabo de Gata y la metí en la cartera, y ahí ha estado hasta hoy. Así que si algo hice mal, ahí arriba de ha quedado, y sirva el gesto para pedir disculpas si en algo me equivoqué.
Y seguro que el esfuerzo de subir ya no se me olvida.
Por muy pequeña que sea la piedra, que lo era.

2 comentarios:

  1. Jaja... No te. El yo tirando de una piedra de ese tamaño!!
    Q grande eres GG (o GF, q no estamos en temporada de Peña)... Te vas a ganar cada gota de Alhambra q te invite a la vuelta.
    Duro, y buen camiño, q son dos días...

    ResponderEliminar
  2. ¡Muy orgullosa de ti hermano! Dale que ya lo tienes. En la meta encontrarás el gozo de poder volver a comenzar. Te quiero.

    ResponderEliminar